Nunca lo pactaron verbalmente, pero
fue como un acuerdo tácito que se metía cada noche en la cama junto a ellos
dos.
Si él le decía “buenas noches” y se
giraba, dándole la espalda, eso implicaba que esa noche no habría sexo. Y
tampoco habría caricias, ni abrazos, y con el paso del tiempo ni un beso
siquiera.
Cuando en cambio él se metía en la
cama y no decía nada, quería decir que tarde o temprano sus manos se posarían
sobre ella, generalmente empezando a acariciar su espalda, su pelo, acercándose
más a ella, besando su nuca, apretando su miembro cada vez más erecto hacia
ella….y ella se dejaría hacer, correspondiendo con gestos y caricias a su
petición, hasta que se giraba y él se posaba sobre ella para colmarla de
placer.
Ese acuerdo nunca firmado y que nunca
fue de mutuo acuerdo hizo que él hiciese cada vez más patente y latente su
falta de deseo hacia ella.
Y ella, sintiéndose poco mujer, poco
atractiva ante los ojos de él y mucho menos deseada, se dejó llevar, y dejó de
intentar acercarse a él tras varias negativas, y abandonó también el deseo.
Y durante años, la actividad en
aquella cama dependía única y exclusivamente de esas dos palabras: buenas noches, siempre pronunciadas por
él.
La última vez que él se acercó a
ella, la tocó, íntima y dulcemente, y ella sintió mezcla de placer y dolor. Sin
premeditación, y sin saber si hablaba su mente, su corazón o su sexo, le dijo
“buenas noches”, se giró y no ha habido desde entonces más noches compartidas
¿ Y por qué al principio siempre esperaba ella el acercamiento o no de él? ¿No pudo cansarse él de tener que dar siempre el primer paso? ¿O es que ella nunca lo deseaba? ¿Y si es al revés? ¿Y si ella se cansa de bailar cada noche la danza de los siete velos para un inapetente?
ResponderEliminarCada pareja es un mundo.
Bsss
Uol Free, la respuesta a tu pregunta está en el cuarto parágrafo.
ResponderEliminar¿Y qué pasa con el segundo párrafo "y ella se dejaría hacer"?
EliminarNo entiendo la pregunta, Uol.
EliminarQuizás no supe transcribir la historia tal como me la contaron, por intentar resumirla demasiado.
El segundo párrafo da a entender que el sexo para ella era " dejarse hacer", lo cual no es muy estimulante, digo yo. Ergo el hombre acaba pasando y ella se siente no-deseada. Creo que es un círculo de incomprensión.
EliminarCreo que nada más lejos de la realidad. El texto también habla de que ella "corresponde con gestos y caricias".
EliminarEn cualquier caso, insisto....no he debido explicarla como realmente es.
Esa es mi vida.... donde la encuentrastes??? jejejeje!
ResponderEliminarEstou leyendo el diálogo arriba....
ResponderEliminarNo estoy a buscar culpables.... pero creo tener sido el comodismo que hizo todo eso. Él, de salir siempre en búsqueda de ella y ella siempre a esperarlo... Un día, él se cansó de buscar en vano... y ella se tomó cómoda en decir siempre no...
Y así se hace el fin de una relación que pudiera ser más feliz...
Me suena a mi antigua vida de casado. Tantas veces fui rechazado, hasta que un día dije: no te busco más. Y de ahí, se pasó de no tener sexo, a no tener ningún contacto físico. Y después de 10 años así, la separación y el divorcio.
ResponderEliminarMuy triste, pero por desgracia muy común. Creo que es el primer síntoma de que una relación se acaba definitivamente.
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ResponderEliminarhay recuerdos que, aunque se conjuguen en pasado, siguen pinchando.
qué cruel resulta ver tus miserias en labios de otr@s. joder.
Ahora vengo a enterarme de que tienes otro blog, madre mia, cada dia estoy peor
ResponderEliminarAdis, si te refieres a mí, te diré que no, que este blog no es mío sino de Vlixes, y esta entrada fue sólo una pequeña colaboración o aportación. Saludos!
ResponderEliminarJoooooer, real como la vida misma!
ResponderEliminarLeyendo todos vuestros comentarios, confirmo algo que ya sabía: desgraciadamente, esta historia es más común de lo que nos imaginamos.
ResponderEliminarCreo que no hay culpables: ni lo es más el que espera, ni el que se cansa de buscar. Simplemente, hay incompatibilidad, desamor, desgana.... Con deseo y algo de amor, la que espera se lanzaría a buscar y el que se cansa de buscar, nunca se cansaría.
En fin...mi deseo es que estos casos se repitan lo menos posible y, si así fuese, que quienes lo vivan logren salir de esa situación lo antes posible. Lo contrario...será morir en vida.
Desde luego, no hay soledad más mala que la que se siente en compañía ni jardín más triste que el que está lleno de cardos... Y si el cardo está solo ya ni nos importa, es pura indiferencia... y la indiferencia mata, mata todo, el sentimiento, el amor, el beso... Todo y de ahí ya no se sale. Solo queda la desidia y el desinterés, el conformismo y la falta de vida que acaba con nosotros y con el otro. Y antes de que llegue todo eso, si vemos que no progresamos, zanjar el asunto empezar a vivir.
ResponderEliminarBesos de Pecado.
Te respondo, aunque no soy yo el autor de la entrada, como has podido ver:
EliminarQué acertadas tus palabras, de la primera a la última.
Besos
Y gracias por pasar también por aquí